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EL RIESGO DE AUTOPROVOCAR LA DEMENCIA DIGITAL

por Horacio Krell*




???EL RIESGO DE AUTOPROVOCAR LA DEMENCIA DIGITAL


Por Horacio Krell*

En la era digital actual, el uso excesivo de dispositivos electrónicos desde una edad temprana está generando preocupaciones entre médicos y psicólogos. La demencia digital se manifiesta con síntomas de aislamiento social, falta de movimiento físico, ira, pérdida de memoria y retrasos en el desarrollo, afectando las capacidades cognitivas y siendo considerada por algunos neurólogos como una verdadera epidemia.

Impacto de la Pandemia en la Dependencia Tecnológica

La pandemia producida por la respuesta de los gobiernos ante el Covid-19 confinó a las personas en sus hogares, aumentando su conexión con la tecnología.

El crecimiento de la educación a distancia y del trabajo en línea, junto con el vertiginoso avance de la inteligencia artificial, contribuyeron a una creciente epidemia de demencia digital. Esta afecta no solo a adultos, sino también a los niños cuyos cerebros en desarrollo se ven perjudicados por el uso excesivo de dispositivos electrónicos.

La demencia es una enfermedad que encoge la estructura fisiológica del cerebro y frecuentemente se vincula con la edad. Sin embargo la demencia digital afecta incluso a los niños con sus cerebros en pleno desarrollo, afectados por la electro dependencia.

Prevención y Cambio de Hábitos

Para prevenir la demencia digital, es crucial enseñar a utilizar la tecnología con prudencia. Fomentar el uso de medios impresos, como libros y revistas en papel en lugar de tabletas o teléfonos celulares, puede contrarrestar sus efectos negativos. Además, la práctica de deportes al aire libre y juegos que estimulen la resolución de problemas en tiempo real, como el ajedrez y los rompecabezas, promueve la creatividad y el desarrollo cognitivo.

En sentido contrario los juegos electrónicos sólo aumentan la atención y estimulan la reacción dependiente ante las propuestas de los dispositivos tecnológicos.

La cultura del ejemplo es la más importante. Los niños son el espejo de sus padres. Hay una queja generalizada sobre que los niños no leen, pero no podría ser de otro modo cuando no hay libros en la casa o si los hay no se leen con frecuencia.

Cambios en la Memoria y Desafíos Cognitivos

La demencia digital también afecta la memoria, ya que la dependencia de dispositivos electrónicos para recordar información ha disminuido la capacidad de recordar números de teléfono, direcciones y detalles cotidianos. La pérdida de habilidades de alto nivel, como la comprensión y el aprendizaje, es una preocupación significativa.

Antes se recordaban los números de teléfono de los amigos y familiares. También las direcciones, pero hoy abriendo el Google Maps y escribiendo el nombre de la persona agendada en pocos segundos sale su dirección y hasta cómo viajar hasta su domicilio.

Hay graves consecuencias. Cuando el celular deja de funcionar o desaparece, el cerebro no puede hacer llamadas telefónicas porque se le ha encomendado a un accesorio la función primordial de la memoria. Es un drama ya que no se recuerdan cosas que antes se sabían a la perfección y los más jóvenes están todavía peor: ellos nunca terminan de aprender algo de memoria. Tampoco le prestan atención a recordar lo que está agendado en el celular.

El día del robo de un celular no se sabe qué hacer. El uso de nuevas tecnologías afecta al cerebro sin que uno se dé cuenta. Sin el GPS del auto solo se posee una idea vaga de cómo llegar a los lugares, incluso de los trayectos que se realizan frecuentemente.

Lo que no se usa se pierde. Si se usa el cerebro este crece y se expande, pero si no se lo utiliza, se atrofia. Por eso cada vez más jóvenes están afectados por lo que ellos creen que es un problema de memoria, pero en realidad es debido a la falta de ejercicio del cerebro, que ha sido suplantado por las tecnologías, lo que provocó la llamada "demencia digital".

Antes se transitaba la ciudad recordando todas las calles, hoy se pone el GPS para que lo lleve a uno donde quiere. La tecnología nos libera espacio de memoria para usar el cerebro en cosas más importantes. El problema aparece cuando se pierden habilidades de alto nivel, como la comprensión y la capacidad de aprendizaje. En la medida en que se deja de leer y de aprender cosas nuevas por estar atrapados por el celular o los dispositivos tecnológicos, esas capacidades de alto nivel se pierden. Y eso sí es preocupante. Que una persona pierda la capacidad de comprensión de textos es un grave problema.

Cuando una persona sabe que guarda cierta información en una computadora, a la que luego va a tener acceso, recuerda menos que cuando piensa que no va a poder acceder, después, a esa información. El cerebro se adapta a las experiencias que le propone el entorno.

Por eso hoy no se recuerdan los números de teléfono porque no hace falta recordarlos. Pero el cerebro desarrolla nuevas habilidades, en ese sentido el cambio del funcionamiento cognitivo no es algo negativo, si no que puede interpretarse como la plasticidad que tiene el cerebro para adaptarse al ambiente y lo que éste le propone.

La vida fue cambiando imperceptiblemente. A medida que fue absorbida por la digitalización, las fotografías, los estudios médicos, los comprobantes de vacunas, los documentos de identidad, los contratos, las facturas de los servicios, dejaron de clasificarse y archivarse correctamente. Todo fue a parar a un mismo lugar en la memoria. Además dada la capacidad de los dispositivos digitales de guardar automáticamente se acumuló excesiva basura digital en lugar de realizar el back up correctamente. 

Sin embargo la inteligencia artificial misma ha creado herramientas que facilitan la tarea de recordar mediante etiquetas. Los reservorios de Google o Apple pueden discriminar con facilidad y etiquetar momentos, personas y objetos, mediante palabras clave que hacen aparecer solamente lo que se busca.

Pero no se debe dejar todo del lado de la tecnología. El ser humano tiene la capacidad organizar lo que le interesa y de subrayar lo importante, ordenarlo por jerarquías y eliminar lo que es superfluo o anecdótico o basura digital. Es cuestión de dedicarle tiempo al tiempo.

Entrenamiento cognitivo. Existen formas de determinar si hay alguna dificultad en las funciones cognitivas. La evaluación cognitiva conocida también como benchmarking puede realizarse sobre la memoria, la atención, la concentración, el lenguaje, la capacidad de lectura; comparándolas con los estándares normales o extraordinarios. De esta forma se puede determinar si hay algún déficit que requiera diagnóstico, tratamiento o entrenamiento.

Aunque la tecnología trae beneficios es importante tomar conciencia de cómo se la utiliza, de las limitaciones del aparato atencional y de la ansiedad que puede producir el no estar conectado. Para la estimulación cognitiva se recomienda cambiar. Añadir rutinas nuevas o variar las habituales contribuye a crear nuevas conexiones neuronales. Se puede elegir otra ruta, cambiar la organización de los contenidos o utilizar los cubiertos con la mano contraria.

No se trata de delegarle todo al celular ni de abandonar la tecnología para siempre. Es probable que lo mejor esté en el punto medio. Lo mejor es el enemigo de lo bueno.

Pero quizás no tenemos que culpar a la vida y lo que debemos hacer es dejar de crear esa narrativa fatalista y aceptar que tal vez nuestras fantasías o aspiraciones nos están impidiendo alcanzar realmente nuestras metas.

Equilibrar el Uso de la Tecnología

Aunque la tecnología ofrece beneficios, es esencial ser consciente de sus limitaciones y de su impacto en la salud mental. Cambiar rutinas, estimular la mente con actividades diversas y encontrar un equilibrio en el uso de la tecnología son pasos necesarios.

Desafíos y Oportunidades en la Era Digital

La incertidumbre sobre las habilidades futuras para sobrevivir y la necesidad de seguridad generan tensiones que afectan la salud mental. Dos impulsos opuestos, la expansión personal y la certeza, deben equilibrarse para humanizar la tecnología. Conciencia, expansión, certezas y bienestar son los pilares para lograr un uso equilibrado de la tecnología, manteniendo la conexión con lo humano y promoviendo el bienestar emocional.

En conclusión, la demencia digital es un desafío contemporáneo que requiere conciencia, cambios en los hábitos y un enfoque equilibrado hacia la tecnología para salvaguardar nuestra salud mental y cognitiva en la era digital.

*Director de Ilvem. Mail de contacto horaciokrell@ilvem.com o +549115422Principio del formulario4742.