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DUDAR PARA PENSAR: DESCARTES Y LA INTELIGENCIA EN LA ERA DIGITAL

por Horacio Krell*




???DUDAR PARA PENSAR: DESCARTES Y LA INTELIGENCIA EN LA ERA DIGITAL


En el siglo XVII, René Descartes propuso un enfoque revolucionario para alcanzar la verdad: "Dudo, luego pienso, luego existo". Su método de duda metódica no era simplemente una vacilación escéptica sobre un suceso de la vida cotidiana, sino una herramienta para llegar a la certeza.

Las reglas del método. En la actualidad, en una era digital donde la información fluye constantemente, la capacidad de dudar y pensar críticamente se vuelve aún más crucial. Descartes estableció cuatro reglas fundamentales para su método, destacando la importancia de la evidencia y la división de las dificultades. Este enfoque lógico, geométrico y matemático se convirtió en un faro en un mundo donde las disciplinas a menudo carecían de un compromiso real con la búsqueda de la verdad.

La duda metódica.  La duda en Descartes es una duda global: duda de los sentidos que pueden conducir al error. Del mundo exterior: porque es imposible distinguir entre el estado de vigilia y el estado de sueño. Del propio razonamiento porque puede ser equivocado: De sí mismo: ya que puede que exista un genio maligno en el interior de cada uno que induzca al error. Hay algo de lo que no duda Descartes y es de que está dudando y de ahí deriva: si dudo pienso y si pienso existo, (pienso, luego existo).

La duda fomenta la apertura mental. En el entorno contemporáneo la duda persiste como un ejercicio vital para entrenar el cerebro y adaptarse a los cambios. La mente, como una máquina en constante movimiento, debe evitar la complacencia para no detenerse y dejar de pensar alternativas. La flexibilidad mental, alimentada por la duda constante, se vuelve esencial para evitar la cristalización de creencias y fomentar una mayor apertura intelectual. La cita de Borges: ?la duda es uno de los nombres de la inteligencia? refuerza la idea de que la duda es un pilar de la inteligencia.

En un mundo inundado de información, la capacidad de cuestionar las creencias establecidas se vuelve esencial para no ser manipulado por ideas preconcebidas. La historia de Rodin y El Pensador resalta la importancia de dirigir nuestra propia obra, utilizando la duda como el motor que impulsa el pensamiento crítico.

 En 1880 el secretario de Estado de Bellas Artes de Francia, Edmond Turquet, le encargó al escultor Auguste Rodin que haga un bajo relieve de las Puertas del Infierno, es decir que represente a la Divina comedia de Dante Alighieri. El funcionario había pensado la puerta para ser instalada en la fachada del Museo de Artes Decorativas que iba a ser creado en París. Fue muy interesante lo que hizo Rodin. Hizo el bajorrelieve de las Puertas del Infierno, pero en la parte de arriba puso lo que se conoce actualmente como El Pensador de Rondín. Cuando el escultor lo puso ahí, no lo colocó como pensador, sino como una figura que representaba al poeta, era el Dante que dirigía su obra con su pensamiento escrito.

La modernidad ha traído consigo nuevos desafíos, donde la distracción y la información rápida pueden afectar la capacidad crítica. La reflexión sobre la propia duda, la conciencia de las emociones que influyen en las creencias y el cuestionamiento constante de las corazonadas se presentan como elementos fundamentales para activar la inteligencia.

Neurorespuestas condicionadas. Buridan fue un inspirador del escepticismo y el experimento mental ?El asno de Buridan? expresa la psicología de la conducta, la lucha entre la racionalidad y la fuerza de voluntad. En su narrativa el animal tiene hambre. Pone a la derecha y a la izquierda de él dos montones de cebada iguales. Es asno es intelectual y opta por comer porque tiene hambre. Pero ¿Por cuál debe comenzar? Como no hay razón que le aconseje el asno no sabe por cuál comenzar, duda y se muere de hambre. Fue incapaz de actuar por no hallar razones para elegir. La mera lógica no debe determinar la conducta. El burro muere por una duda irracional. Una actitud pragmática no debe estar condicionada. El exceso de análisis produce parálisis. La duda cuando está mal orientada puede producir un resultado fatal.

Lo inteligente es utilizar la duda para comprender la situación, inventar la solución, actuar en consecuencia y aprender del resultado.

En un mundo que evoluciona constantemente, aprender a dudar se convierte en un imperativo para la supervivencia intelectual. La duda, lejos de ser un obstáculo, se erige como el motor que impulsa la inteligencia y la creatividad. Así como Descartes buscaba ideas claras y distintas, en la era digital, la independencia mental se presenta como un antídoto contra la ilusión de las ideas preconcebidas. En última instancia, la duda bien dirigida y aplicada se revela como un faro que guía el pensamiento crítico en el viaje hacia la verdad.

*Director de Ilvem. Mail de consulta: horaciokrell@ilvem.com o +5491154224742.